Pablo Sainz-Villegas ha sido aclamado por la prensa internacional como el sucesor de Andrés Segovia y un embajador internacional de la cultura española. Desde su debut con la Filarmónica de Nueva York bajo la batuta de Rafael Frühbeck de Burgos en el Avery Fisher Hall del Lincoln Center, ha tocado en más de 40 países y con orquestas como la Filarmónica de Berlín, la Sinfónica de Chicago, Filarmónica de Israel, Filarmónica de Los Ángeles y la Orquesta Nacional de España, convirtiéndose así en el referente de la guitarra española en el mundo.